A nd when it took the book, the four living creatures and the twenty-four elders fell before the Lamb, having each a harp and golden bowls full of incenses, which are the prayers of the saints.
Tan pronto como lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se arrodillaron ante el Cordero. Todos llevaban arpas, y también copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos,
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