— The queen, by reason of the words of the king and his nobles, came into the banquet-house. The queen spoke and said, O king, live for ever! let not thy thoughts trouble thee, neither let thy countenance be changed.
La reina, al enterarse de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala del banquete y tomando la palabra, dijo: “¡Oh rey, viva para siempre! No le turben sus pensamientos ni se mude su semblante.
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