W hen He broke open the third seal, I heard the third living creature call out, Come and look! And I saw, and behold, a black horse, and in his hand the rider had a pair of scales (a balance).
El Cordero rompió el tercer sello, y entonces oí que el tercer ser viviente me decía: «¡Ven!» Vi entonces aparecer un caballo negro, y el que lo montaba llevaba en la mano una balanza.
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