A nd some seed fell into good soil, and grew up and yielded a crop a hundred times. As He said these things, He called out, He who has ears to hear, let him be listening and let him consider and understand by hearing!
Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.
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