W hen they came to Hilkiah the high priest, they delivered the money that had been brought into the house of God, which the Levites who kept the doors had collected from Manasseh, Ephraim, all the remnant of Israel, and from all Judah, Benjamin, and Jerusalem.
Vinieron éstos al sumo sacerdote Hilcías, y dieron el dinero que había sido traído a la casa de Jehová, que los levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, de todo Judá y Benjamín, y de los habitantes de Jerusalén.
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