و َقُوَّةُ أيدِيهِمْ لا تُفِيدُنِي شَيئاً، فَقَدْ فَقَدُوا قُوَّتَهُمْ.
Porque ¿para qué yo habría menester la fuerza de sus manos, en los cuales pereció el tiempo?